Comprar un vehículo es una inversión importante. No se trata solo de un medio de transporte, sino de un activo que si se cuida bien, puede recuperar una buena parte de su valor al momento de venderlo. Sin embargo, el desgaste es inevitable y la única forma de combatirlo es con disciplina y atención a los detalles. En esta guía práctica hemos recopilado 7 consejos para mantener tu auto usado en buen estado y conservar su valor, asegurando que tu compañero de ruta funcione perfecto hoy y se venda bien mañana.
Este es el mandamiento número uno. El manual del fabricante no es una sugerencia, es la ley para la salud de tu motor. Respetar los kilometrajes de mantenimiento (generalmente cada 10.000 o 15.000 kilómetros) es crucial.
Una mantención preventiva es mucho más barata que una reparación correctiva. Al cambiar filtros de aire, combustible y bujías a tiempo, aseguras que el motor trabaje sin esfuerzo extra, prolongando su vida útil y mejorando el consumo de combustible.
Los fluidos son la sangre de tu auto. No esperes a la luz de alerta en el tablero. Acostúmbrate a revisar periódicamente:
Un nivel bajo de cualquiera de estos puede causar daños catastróficos en cuestión de minutos.
Los neumáticos son el único punto de contacto entre tu auto y el suelo. Revisa la presión de aire al menos una vez al mes (y siempre antes de un viaje largo). Una presión incorrecta acelera el desgaste y gasta más bencina.
Además, realiza una alineación y balanceo cada 10.000 km o si caes en un "evento" (hoyo) fuerte. Esto evita que el auto tire para un lado y asegura que los neumáticos se gasten de forma pareja.
La primera impresión entra por la vista. En Chile, la radiación UV es fuerte y puede quemar la laca de la pintura rápidamente.
La forma en que manejas impacta directamente en la vejez del auto. Evita las aceleraciones bruscas y las frenadas de golpe. Pasar los cambios con suavidad y no forzar el motor en frío ayuda a preservar la transmisión y el sistema de frenos, evitando ruidos y holguras prematuras.
Si escuchas un chillido al frenar, un golpe al pasar un lomo de toro o un zumbido en el motor, no subas el volumen de la radio para ignorarlo. Los ruidos son el aviso temprano de una falla. Arreglar un problema cuando es pequeño suele ser económico; esperar a que la pieza se rompa por completo es siempre más caro.
El valor de reventa sube drásticamente si puedes demostrar el cuidado del auto. Guarda una carpeta (física o digital) con todas las boletas de cambios de aceite, repuestos y revisiones técnicas.
Este "historial clínico" genera confianza inmediata en el futuro comprador, ya que demuestra que el kilometraje es real y que el auto ha sido mantenido con cariño y responsabilidad.
Comprar o vender un auto entre particulares puede ser un proceso lento y riesgoso. En Dily, transformamos la compraventa en una experiencia digital, segura y transparente. En lugar de un laberinto de trámites, Dily centraliza todos los servicios clave en una sola plataforma online.
En Dily.cl, los particulares pueden financiar, pagar y vender su vehículo con total confianza mediante servicios como:
Cuidar tu inversión requiere constancia, pero el retorno es alto. Siguiendo estos 7 consejos para mantener tu auto usado en buen estado y conservar su valor, no solo tendrás un auto más seguro y confiable. Además, al integrar la gestión de Dily, aseguras que el esfuerzo invertido en el vehículo se vea reflejado en un proceso de venta posterior fácil, transparente y con tu dinero protegido, ayudándote a mantener tu auto usado en buen estado y conservar su valor.
Comprar un vehículo es una inversión importante. No se trata solo de un medio de transporte, sino de un activo que si se cuida bien, puede recuperar una buena parte de su valor al momento de venderlo. Sin embargo, el desgaste es inevitable y la única forma de combatirlo es con disciplina y atención a los detalles. En esta guía práctica hemos recopilado 7 consejos para mantener tu auto usado en buen estado y conservar su valor, asegurando que tu compañero de ruta funcione perfecto hoy y se venda bien mañana.
Este es el mandamiento número uno. El manual del fabricante no es una sugerencia, es la ley para la salud de tu motor. Respetar los kilometrajes de mantenimiento (generalmente cada 10.000 o 15.000 kilómetros) es crucial.
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Un nivel bajo de cualquiera de estos puede causar daños catastróficos en cuestión de minutos.
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Además, realiza una alineación y balanceo cada 10.000 km o si caes en un "evento" (hoyo) fuerte. Esto evita que el auto tire para un lado y asegura que los neumáticos se gasten de forma pareja.
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Si escuchas un chillido al frenar, un golpe al pasar un lomo de toro o un zumbido en el motor, no subas el volumen de la radio para ignorarlo. Los ruidos son el aviso temprano de una falla. Arreglar un problema cuando es pequeño suele ser económico; esperar a que la pieza se rompa por completo es siempre más caro.
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Además, realiza una alineación y balanceo cada 10.000 km o si caes en un "evento" (hoyo) fuerte. Esto evita que el auto tire para un lado y asegura que los neumáticos se gasten de forma pareja.
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